29 junio 2007

Tu vida sin ti

Todo da una voltereta y la muerte me mira fijamente a los ojos. Eres una imagen marcada a fuego, que no se diferencia en nada de mi, sin verla. La meta a la que se ha dirijido siempre cada uno de mis pensamientos, letras, canciones, momentos, maldades y desesperos. Sé que si seguimos juntos me aburriré, me darás asco, el más patético y triste de los seres. Buscaré otra meta, pero en cuanto te alejas, vuelves a ser tú. No hay otro fin posible, ni pintado ni imaginado que exista fuera de tus días. Sólo anhelo eso, verte hacerte mayor, envejecer sin mi, que un día reconozcas que no has sido nada en todos esos minutos sin mi, que nadie te conoce como yo, que por pura ignorancia y orgullo de teatro no quieres darte cuenta de que sólo me buscas a mi en cualquier forma que no sea yo. Porque te doy miedo, porque por una vez alguien puede pararte los pies de frustrado todopoderoso y embaucador. En el fondo sabes que por mucho que cambie todo, volveremos a coincidir y a separarnos y a juntarnos. No puedes evitar dejarte arrastrar por mi corriente hacia el mar de los desencuentros, agradables y dolorosos como tocarse una herida. No dejamos de pensar y sabemos que no significa nada, toda esta indiferencia, esta espera y esos encuentros insípidos y anorgásmicos. Pero también sabes, amor, que sólo respiramos cuando nos miramos a los ojos, y que detrás de eso...no queda nada.