28 febrero 2008

Tú o yo

Siempre tú, sólo distinta. Cuando triste, emerges cansada, melancólica a consolarme.
Cuando gana todo ritmo desembarcas estruendosa, con escándalo y orgía. Eres realidad inabarcable. Se me escapa tu risa al ruido de mis sueños. Quiero llegar a tu altura de diosa endemoniada, de rayo de música soterrado en piel. Pero humano, demasiado humano, te pierdo en mi orgullo. Superior a mi, a tus pies, encarnado en tu aliento, marioneta de tus anhelos, gustoso, renuncio a ser alguien. Deseoso de reclinar mi cabeza de esclavo a la faz que me da vida y esperanzas, dejando atrás dignidades e identidades. Aqui, sin ser nadie, me alegro de amar, de ser inferior siendo el más feliz de los tontos.