28 febrero 2008

En la lejanía o en la nada

Lloré como un niño
incluso antes de conocerte.
Te deseaba, me dolía
dentro
una pieza de Mecano que me faltaba,
la más grande.
Y horas más tarde,
la plegaria que mis labios habían pronunciado
se cumplió entre tus brazos.
Obsesivamente te vivo
en recuerdos.
Ahora que escribo sueño,
y cuando te veo
vivo.
Te siento através de años y distancias
conmigo.
Es hoy cuando me esperabas
fingiendo indiferencia
en la estación.
Hoy cuando bebía de tu boca,
cuando hablaba con un Dios de los ateos
para que no te esfumases.
Debo tener un ángel.
Me lo cumplió.
No te esfumaste nunca
aunque no te volví
ni volveré a ver.
El amor no se acaba sólo porque dejemos de vernos.
El mío está aqui,
el tuyo se evaporó
en la lejanía
o en la nada.